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Climatología, vegetación, hidrología

 pesar de que, por su gran extensión, el país abarca un amplio espacio latitudinal, no es éste el factor que más determina los tipos de climas, sino más bien la continentalidad que presenta la mayor parte del territorio, generalmente muy alejado de aguas cálidas, sobre todo las del Atlántico, y conteniendo algunas de las zonas continentales más alejadas de cualquier mar. Así, el clima es, en conjunto, marcadamente continental, con fuertes oscilaciones térmicas, tanto anuales como diurnas, que han llegado a alcanzar el récord mundial de amplitud térmica en la estación yacuta de Verjoiansk (Siberia oriental) con 101,7ºC. Las precipitaciones anuales son, en general, escasas, oscilando entre 400 y 600 mm, con mínimas en el SO (Astracán, 150 mm).

En las costas orientales, una moderada influencia del régimen monzónico de los vientos aporta mayores lluvias (Vladivostok, 600 mm anuales), aunque la altitud de las montañas caucásicas convierte esta zona en la más lluviosa. Buena parte de estas precipitaciones son en forma de nieve, que perdura durante muchos meses, aunque sólo en las islas del Ártico se encuentran nieves perpetuas y glaciares. La época más lluviosa, en la primavera y principios de verano. Las estaciones intemedias son brevísimas, mientras que el verano y el invierno son muy largos. Dado el carácter llano de la práctica totalidad del territorio, la altitud ejerce una mínima influencia. La diversidad latitudinal, en cambio, determina en gran medida las diferencias de temperaturas, sobre todo en invierno; lo cual, junto con una mayor continentalidad hacia el E, provoca el establecimiento de unas franjas isotérmicas paralelas con una ligera inclinación NO-SE.

En la zona más septentrional, que recibe menor influencia, las heladas duran de 6 a 8 meses, y las temperaturas medias de enero y julio oscilan entre -13ºC y 15ºC (Arkángel). Más al S, las heladas son algo más breves (5 o 6 meses), con temperaturas medias de entre -7ºC y 16ºC (San Petesburgo), -10ºC y 17ºC (Moscú), -12ºC y 21ºC (Samara) o -15º y 21ºC (Orenburg), lo que muestra claramente la mayor influencia del factor continentalidad hacia el E, con veranos más calurosos e inviernos más fríos a medidaque nos alejamos de la influencia benéfica del Báltico.

La muy extrema continentalidad del clima siberiano se manifiesta en las bajísimas temperaturas medias invernales: Obdorsk (66º lat), -27ºC; Tormsk (56º lat), -20ºC; Irkutsk (52º lat), -21ºC; Yakutsk (62º lat), -42ºC; Verkhoyansk (67º lat), -51,2ºC; o Vladivostok (43º lat), -15ºC; en todos estos puntos raramente la oscilación térmica no alcanza los 40ºC. En una tercera franja más meridional, que llega hasta las proximidades del mar Negro y el Caspio, las heladas perduran de 4 a 5 meses y las temperaturas oscilan entre -7ºC y 25ºC (Astracán). Estas condiciones climáticas y las características del medio físico (relieve, tipo de suelo, etc.), determinan los dominios de vegetación existentes en el vasto territorio ruso, estableciéndose unas franjas sucesivas de N a S, con distintos tipos de vegetación natural. La zona ártica, que se ensancha hacia el E, corresponde al dominio de la tundra, de suelos muy pobres, permanentemente helados (permafrost) y recubiertos por un tapiz de musgos y líquenes, con sólo la presencia de algunos arbustos más hacia el S; en algunas zonas siberianas de esta franja septentrional, el paisaje se mantiene completamente inalterado.

Más al S empieza el dominio de la taigá, una inmensa extensión de coníferas que cubre la mayor parte de la llanura europea y siberiana (todo el centro-norte del país) y que contiene alrededor de un 25 % de las tierras forestadas del mundo. Las piceas y pinos se mezclan con abedules en el O y preferentemente con alerces más al E. En la mitad oriental de esta región los suelos se encuentran también permanentemente helados. En latitudes más bajas empieza a aparecer el dominio del bosque mixto de caducifolias y coníferas, en el que abundan principalmente robles y piceas; el clima es menos riguroso y la pluviosidad algo mayor. Al contrario que la región de la tundra, la franja que ocupa esta formación vegetal se estrecha hacia el E. Una zona de estepa arbustiva, con alternancia entre bosques y praderas, constituye la transición entre el bosque caducifolio y la estepa rusa, que va adquiriendo un mayor carácter de aridez cuanto más al S.

La estepa, prácticamente inexistente en zonas siberianas, constituye un paisaje similar al de la pradera americana; a pesar de la escasez de precipitaciones, resulta una zona muy fértil para el uso agrícola, por lo que actualmente apenas se conservan praderas naturales. Los recursos hídricos del país son inmensos. Su red hidrográfica es extensísima, y abarca ríos y lagos de gran importancia. La leve inclinación hacia el N explica que la mayor parte de ríos rusos viertan sus aguas en el océano Glacial Ártico, especialmente en la zona de Siberia, donde discurren además los mayores cursos del país: el Obi, junto a su tributario el Irtish, es el más largo (5 410 km) y el que abarca una cuenca más extensa (2,9 millones de km2), una gran parte de Siberia occidental. El Yenisei (4 090 km) es el más caudaloso, con 20 000 m 3/s en su estuario, y avena una vasta cuenca de 2,6 millones de km2; su principal afluente es el Angará (1 826 km).

El tercer gran río siberiano es el Lena (4 400 km), con una cuenca de 2,5 millones de km2 que ocupa la mayor parte de Siberia Oriental; el inmenso delta que forma en su desembocadura le diferencia del resto de grandes ríos siberianos, que desembocan en profundos estuarios (1 150 km). Todos ellos vierten sus aguasen el océano Glacial Ártico y sufren larguísimas heladas en invierno, que en primavera, con el deshielo, provocan desbordamientos. De la vertiente siberiana del Pacífico destaca el Amur (4 350 km), aunque sólo 1 000 km de su curso discurren enteramente por Rusia; junto a su afluente, el Essuri (950 km), forma un buen tramo de la frontera chino-rusa. En la parte europea de Rusia la vertiente ártica no adquiere tanto predominio, con sólo dos grandes ríos destacables: el Dvina Septentrional (1 293 km) y el Pechora (1 790).

El mayor río del sector europeo es el Volga (3 531 km), el más largo del continente, con una cuenca que abarca 1,3 millones de km2, y vierte sus aguas en un enorme delta en el mar Caspio. Otro gran río de la vertiente europea meridional (desemboca en el mar Negro) es el Don (1 967 km). En general, son menos caudalosos que los siberianos y prácticamente no sufren períodos de heladas. El territorio ruso contiene también una enorme cantidad de lagos naturales, entre los cuales se halla la mayor reserva de agua dulce del mundo: el lago Baikal, con 31 500 km2 de superficie y 1 752 m de profundidad máxima. Destacan también el Ladoga, el mayor lago de Europa (18 400 km2), el Onega (9 610 km2) o, en su conjunto, la gran región lacustre de Carelia, salpicada con centenares de ellos. A estas inagotables reservas hídricas aún deben añadirse las grandes cuencas artesianas, muy abundantes, entre las que destaca la de Siberia oriental, además de los glaciares que cubren la mayor parte de los archipiélagos árticos.

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